Assassin’s Creed ha sido, durante el último año y medio, uno de los juegos de terceros que más expectación ha levantado entre los usuarios. Procedente de los estudios de Ubisoft en Montreal, que durante los últimos años han creado sagas como Splinter Cell y Prince of Persia, entre otros, los usuarios de PlayStation 3 se enamoraron de Altair y de las promesas del juego cuando fue mostrado por primera vez en el E3 del año 2006. Año y medio después, y ya multiplataforma, Assassin’s Creed llega a las tiendas con la responsabilidad, y la enorme dificultad, de cumplir las inmensas expectativas que ha levantado. Afortunadamente lo hace. Todo lo que se había prometido está ahí, y resulta una de las pocas experiencias jugables que pueden definirse como “nueva generación”, más allá del apartado gráfico.
Como se había contado, nosotros encarnaremos a Altair, un destacado miembro de la orden de los Asesinos, una hermandad que sembró el terror en oriente medio durante la Edad Media. El juego transcurre durante la Tercera Cruzada, con las tropas de los reinos cristianos, encabezadas por Ricardo Corazón de León, envueltas en una guerra contra Saladino. La acción se desarrollará en tres ciudades, Jerusalén, Damasco y Acre, además de un pequeño pueblo que es la sede de los asesinos y un reino que hace de conexión entre los diferentes lugares y donde podremos montar a caballo como se ha visto en numerosos vídeos, para alegría de los jugadores.